Tarkar yaik –palabras de la lengua tehuelche que significan
respectivamente estrella y fuego- es una obra que fue compuesta para
ejecutar con mis dos hijos. La grabación es casera, de a un instrumento
por vez, con una sola línea de entrada incluso para la batería que fue
grabada con un solo micrófono.
Está construida melódica y armónicamente en la escala pentáfona incaica con un sexto sonido agregado. Ese sonido fue agregado libremente según el pasaje sonoro, por eso no se trata de una escala de seis sonidos. La pentafonía está presente de manera permanente; el sonido agregado solo da un color diferente, además otorga personalidad propia a la obra ya que permite más fluidez al sentido roquero pesado que por naturaleza contiene.
El género corresponde a Rock Progresivo en Power Trío. Sus ritmos son una fusión de distintos aires folclóricos argentinos dentro de su base roquera. El autor en guitarra eléctrica. Nahuel y Elal Sánchez en batería y bajo eléctrico respectivamente.
Está construida melódica y armónicamente en la escala pentáfona incaica con un sexto sonido agregado. Ese sonido fue agregado libremente según el pasaje sonoro, por eso no se trata de una escala de seis sonidos. La pentafonía está presente de manera permanente; el sonido agregado solo da un color diferente, además otorga personalidad propia a la obra ya que permite más fluidez al sentido roquero pesado que por naturaleza contiene.
El género corresponde a Rock Progresivo en Power Trío. Sus ritmos son una fusión de distintos aires folclóricos argentinos dentro de su base roquera. El autor en guitarra eléctrica. Nahuel y Elal Sánchez en batería y bajo eléctrico respectivamente.
